Increíble, pero muy pocas veces , la facultad de arquitectura da la oportunidad de conocer y entender la ciudad como un espacio social. Difícilmente es posible indagar en ese aspecto a través de planos y ordenadores. Es necesario salir de las dos dimensiones y entender la complejidad que conlleva actuar en la ciudad. Desde hace tiempo, los estudiantes nos hemos acostumbrado a tomar referencias para nuestros trabajos de aquellas revistas y documentos que muestran la arquitectura más original, más "fashion" y más espectacular; pura abstracción. Las referencias hacia aquellos que se ven afectados por los espectaculares-especuladores planos de la ciudad, no son nombrados. No se muestran nunca imágenes anteriores a la llegada del nuevo edifio, como mucho, el solar vacío y preparado para acoger la gran obra maestra.
Desde hace tiempo, Barcelona se vende como una ciudad moderna y multicultural. La ciudad del diseño y el civismo...Pero esta imágen nunca se acompaña de la ciudad con problemas, con la gente y los lugares que quedan fuera de este gran proyecto de ciudad y que no conectan con la imagen brillante que a tantos turistas atrae. La ciudad que debiera ser de todos está completamente a merced de lo que la economía dicte: lo que cuenta es lo que vale la pena exhibir al resto del mundo.
Esta asignatura es una manera de acercarce a la ciudad real, no sólo desde la arquitectura de revista, sino también desde la otra arquitectura, de la que no se quiere o no se puede presumir. Caminando Barcelona, atendiendo a otros discursos y teniendo una mirada más crítica , podemos comprender mejor la ciudad donde vivimos.
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