Qué por qué caminar Barcelona?

Que por qué caminar Barcelona?
Dicen que “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”, que “A quien madruga Dios le ayuda” y que “Ande yo caliente, ríase la gente”…
Puestos a refranear, me atrevería a decir que “A veces, lo más cercano, nos queda demasiado lejos”, porque solo su presencia abarcable nos hace perder el interés.

Siempre queremos lo que no tenemos.
Pues bien, yo me encuentro en esa frontera, en ese ámbito desconocido al que pertenecemos los que de fuera, venimos a instalarnos a Barcelona, en lo que en principio se planteaba casi como un trámite y que se acaba convirtiendo en una especie de relación casi de por vida, con una ciudad, que tal vez, por ser ni de aquí ni de allá, y por compartir conmigo solo una de las etapas de la vida, me hace sentirla más mía o yo más suya.
Pero como toda “recién” llegada, me he perdido algunos rincones de Barcelona, los que tal vez solo se conocen con el tiempo y la monotonía, con los años y el azar, y es por eso que este año he decidido caminar Barcelona, porque no sé si todo mi tiempo es demasiado tiempo como para que el azar me lleve por caminos diferentes a los cotidianos.