Por qué Caminar Barcelona?

Caminar… caminar se puede caminar de muchos modos, a paso lento o más rápido, a paso firme o divagando, solos o con compañía, con un destino o sin él.

Ver… podemos ver de mucho modos. Podemos mirar y no ver, podemos ver y observar, podemos cerrar los ojos y ver más que con los ojos abiertos.

Pero… ¿que pasa cuando andamos con la intención de ver, mirar, observar, cerrar los ojos y sentir todo lo que hay en nuestro alrededor? Pues que existe la posibilidad de que no importe el destino y nuestros pasos nos lleven a lugares que nunca antes habíamos pensado visitar porque no sabíamos que justamente estaban “allí”.
También existe la posibilidad que hayamos fijado un destino y vamos hacía él, para verlo, verificar si es como habíamos imaginado, para experimentar que se siente allí.

Y cuando andamos de estos modos es cuando más atentos estamos, porque “lo nuevo” siempre nos intriga, nos da miedo al mismo tiempo que nos despierta nuestra curiosidad y nuestros sentidos se despliegan para no dejar escapar detalle alguno.

Caminar… caminar se puede caminar por muchos lugares, por las grandes metrópolis, por pequeños pueblos, por prados, por bosques, por los no lugares… pero está claro que no todos pueden regalarles a tus ojos tantas cosas como la ciudad Barcelona. Así pues… ¿hay algún motivo para no empezar a caminar ya por ella?