2/4/08

Sagrera

3er Viaje: Línea 5 de metro (azul), dirección Horta, estación de Sagrera, salgo a la superficie. Soy el primero, o me he equivocado de salida. Me giro y veo como también sale uno de los componentes del grupo, estoy en el lugar correcto. Tras esperar unos minutos el grupo se rehace, solo medio de él, el resto tiene otro destino según me informan. Nos reciben unos vecinos y nuestro alegre y cómico profesor, o amigo (con derecho a evaluación por supuesto), que nos conducen bajando calle Gracilaso, dejando detrás Av. Meridiana y sorteando lo que parecen obras de mejora de la calle. En el primer cruce nos adentramos zigzagueando hacia la derecha para llegar a una nave de tres plantas rehabilitada, “La Nau Ivanow”, adquirida por el arquitecto Xavier Basiana y transformada para albergar un centro cultural para el barrio. Tuvimos la suerte de que el propio arquitecto fue el que nos explico la historia, el inicio y el final de tal proyecto (y aventura), y que nos enseño con gran entusiasmo, pudiendo ver reflejado en su mirada y sus palabras el orgullo de mostrar a unos aprendices lo que la unión de esfuerzo y ganas puede conseguir. Era un ejemplo evidente de cómo el barrio opta por dar el primer paso a la hora de mejorar la calidad de vida del lugar, en este caso con la dotación de un nuevo equipamiento, realizado sin cooperación de las entidades públicas, precisamente las que se suponen velan por nosotros. Que interesante era ver como se movilizaba la gente para replanificar la ciudad. Incluso terminada la visita de la nave, nuestro vecino guía, nos acompañaba hasta la parte baja donde estaban las vías del tren, para explicarnos el futuro plan de urbanización que planeaba el ayuntamiento, y de cómo el vecindario se removía para pactar ese nuevo crecimiento velando por el interés del barrio. “Si lo van a mejorar que lo hagan pensando en los que estamos aquí” comentaba nuestro preocupado anfitrión.
Finalizamos el recorrido en una cafetería del lugar hablando y comentando nuestra travesía, y expectantes de los consejos de nuestro guía lugareño que nos explicaba con cariño intentando que entendiésemos su situación a modo de ejemplo para no cometer el mismo error en un futuro. Era un claro ejemplo de cooperación ciudadana.
La ciudad se mueve, porque nos movemos nosotros…

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