«La ciudad de Granada no tiene par
ni en El Cairo, ni en Damasco, ni en Irak;
es la desposada que miramos sin velo,
las otras sólo son el elogio de la desposada.»
«Este lugar divino es el balcón de la extensa Vega; desde aquí se ven los riachuelos como plata serpenteando entre arbustos y praderas esmeralda. El céfiro de su Najd, el espectáculo de su Hauz, halaga seductoramente a los sentidos y al entendimiento. El canto de alabanza no hace justicia a esta tierra maravillosa.»
«Dios bendiga el precioso tiempo vivido en la Alhambra,
La noche transcurrió y tu desapareciste, preparada para la cita. Entonces te pareció que el suelo era de plata, pero pronto
el sol envolvió la Sabîka en su vestido dorado.»
Hoenerbach, W., op. cit (nota 7)
31/3/08
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