La Mina, Ciudad Abierta

La Mina no es ese barrio marginal y cerrado del que se oye hablar. Como nos contaron las dos personas que nos acompañaron durante el recorrido, es un barrio con una fuerte voluntad de renovación y de apertura, y esto se comprueba simplemente paseando por sus calles.

Actualmente, existe un ambicioso plan urbanístico y social. Por una parte, se va a dotar del barrio de todos los equipamientos necesarios para ser un barrio como otro, y de una intercalación de viviendas públicas y privadas para conseguir una población heterogénea. Por otra parte, se trabaja con las personas que residen en la Mina para aumentar tanto el nivel cultural, como sus inquietudes, o la fuerza social del barrio.

A diferencia de la mayoría de barrios de Barcelona, en la Mina existe un gran tejido social, y se hace mucha vida comunitaria en la calle; hay una fuerte idea de comunidad. Por esto, ha sido necesario un trabajo conjunto del ámbito urbanístico con el ámbito cultural y social, para no romper estos tejidos sociales con la nueva urbanización.

El nuevo plan de urbanismo pretende traer nuevos grupos de población al barrio, pero respetando el tejido social existente. Hay una gran confianza en este plan urbanístico, pero creo que para que se consiga es necesario mucho esfuerzo por parte de todos. La gran incógnita es si los nuevos habitantes serán capaces de integrarse en la vida social del barrio, o por el contrario formarán parte de la ya denominada “población invisible” de la Mina.